viernes, 13 de julio de 2012

¿Cabrera, Cooperstown fijo?


Hay peloteros que, prácticamente, nacen con la inconfundible etiqueta de estrellas, solo el llamado “imponderable” puede obstruir su ascenso a la inmortalidad: lesiones, apatía, desviaciones de la conducta, distracción, ha sucedido.
 
El venezolano no solo es uno de los mejores bateadores hispanos de estos tiempos, incluso entre americanos o de otras regiones, sino que su carrera va rumbo al salón de la fama, como la de Vladimir Guerrero, que concluyó y solo espera el tiempo de elegibilidad y la llamada que le inmortalizará.


Cuando Cabrera se retire, posiblemente sea uno de los mejores cinco bateadores latinos de todos los tiempos con labor en grandes ligas.


A sus 29 años y diez en las mayores, va para su novena campaña con 100 o más impulsadas que, si no son todas las que ha jugado, fue porque en el 2003 solo actuó en media, no obstante, empujó a 62.


El antesalista de Detroit promedia .317 (el año pasado ganó el champion bate), tiene 372 dobles (un liderazgo), 13 triples y 295 jonrones (otro liderazgo) además de otro en impulsadas y su total en este último capítulo es de 1055. Su embasamiento es un magnífico .395 (2 liderazgos) y el slugging de .556, con un total de verdadero inmortal, hasta hoy, de .950.


Es un bateador agresivo, de los que reconoce que su responsabilidad es más que embasarse, por eso se poncha más veces que las bases por bolas que recibe, porque llega al home con la encomienda de hacer lo que sea para que el corredor anote o avance.


Un anillo de serie mundial con los Marlins en el 2003 y otra participación infructuosa en octubre con Detroit, siete juegos de estrellas y la satisfacción de saberse uno de los tres mejores bateadores derechos del béisbol, son credenciales, que ponen a Cabrera en el rumbo seguro al máximo colofón de la carrera de un pelotero: la elección a Cooperstown.

lunes, 9 de julio de 2012

Kansas city se viste de gala


Para los fanáticos jóvenes del béisbol, la ciudad de Kansas City no llama la atención en cuanto a éxitos en Grandes Ligas se refieren. La última vez que los Reales estuvieron en postemporada fue 1985, cuando ganaron la única Serie Mundial de su historia. Ahora Kansas City se viste de gala como sede del 83 Juego de Estrellas. pero con toda una generación de seguidores que jamás ha visto a su equipo ni oler playoffs. Sin embargo, esta ciudad al extremo oeste del estado de Missouri tiene un rico historial beisbolero, sobre todo en torno al impacto social que tuvo el deporte del bate y la bola en los Estados Unidos. Kansas City es el epicentro del legado dejado por las Ligas Negras, donde descansan eternamente grandes figuras de dicha época como Satchel Paige y Buck O’Neil, entre otros. Y por supuesto, aquí es la sede del Museo de Béisbol de las Ligas Negras, donde son celebrados los aportes y las hazañas de luminarios afroamericanos que incluyen a Josh Gibson, Paige, O’Neil y Jackie Robinson, entre muchos otros. Los Monarcas de Kansas City fueron un pilar de las Ligas Negras. Incluso, dicho equipo ganó la primera Serie Mundial de las Ligas Negras en 1924, barriendo a Homestead Grays en cuatro juegos. Los Monarcas fueron uno de los equipos fundadores de las Ligas Negras y fueron la franquicia de más tiempo en dicho béisbol, desapareciendo en 1965, casi 20 años después de la primera integración racial de la era moderna con Robinson y 10 años después de que Kansas City se convirtiera en una sede de Grandes Ligas. De los Monarcas salieron más ligamayoristas que de cualquier otro conjunto de las Ligas Negras. 

UNA CIUDAD DE GRANDES LIGAS 
La historia de Kansas City en la Gran Carpa remonta a 1955, cuando los Atléticos se trasladaron de Filadelfia a esta ciudad. Hubo mucho entusiasmo por la llegada de un equipo de Grandes Ligas, pero la verdad es que fue una época horrible para los Atléticos dentro del terreno. La escuadra tuvo récord perdedor en cada una de sus 13 temporadas aquí, siendo su mejor marca en 1966 con 74-86. Después de 1967, el flamante propietario del equipo, Charles O. Finley, trasladó la franquicia a Oakland, donde tendría mucho más éxito al principio de la década de los 70. Sin embargo, en 1969 llegó a Kansas City un equipo de expansión, los Reales. Casi desde un principio fueron un éxito con los fanáticos; de hecho, Lou Piniella fue Novato del Año de la Liga Americana en esa primera temporada. En apenas su octava campaña de existencia, los Reales empezaron a hacerse sentir en grande. Desde 1976, bajo el mando del manager y futuro Salón de la Fama Whitey Herzog, Kansas City ganó tres títulos divisionales consecutivas en el antiguo Oeste de la Liga Americana. Pero no fue hasta 1980 que los Reales, dirigidos por Jim Frey y con el incontenible bateo del Salón de la Fama George Brett, llegaron a la primera de sus dos Series Mundiales. Fueron derrotados por los Filis en seis juegos, pero los fanáticos de Kansas City tendrían su momento de gloria cinco años después. En 1985, luego de remontar una desventaja de 3-1 en la Serie de Campeonato ante Toronto, los Reales llegaron al Clásico de Otoño contra sus rivales de Missouri, los Cardenales de San Luis—equipo dirigido en ese entonces por Herzog. Con la ayuda de una jugada mal cantada en el noveno inning del Juego 6 (en que fue declarado safe el mexicano Jorge Orta, por cierto) y un gran pitcheo de Brett Saberhagen, Danny Jackson y Charlie Leibrandt, Kansas City se coronó campeón. Fue la última alegría del equipo por mucho tiempo. El manager de los campeones, Dick Howser, fue diagnosticado con cáncer al año siguiente y moriría en 1987. Dentro del terreno, los Reales no han dado la talla desde entonces. Sí han tenido buenos momentos, como el Novato del Año del boricua Carlos Beltrán en 1999 y la buena temporada del 2003, cuando el dominicano Tony Peña fue Manager del Año y su compatriota Angel Berroa fue Novato del Año en la Americana. Pero ese 2003 fue la única temporada con récord positivo para Kansas City en los últimos 17 años. Al igual que en Pittsburgh, aquí existe una generación de fanáticos que jamás ha visto a su equipo con la mínima posibilidad de competir por una corona. Sin embargo, hay esperanzas aquí con jóvenes como Eric Hosmer y Mike Moustakas, además de los venezolanos Salvador Pérez y Alcides Escobar. Urge un ganador en Kansas City, una ciudad que merece ver por fin algo de éxito de un equipo que ha apoyado durante más de cuatro décadas.

miércoles, 20 de junio de 2012

Los gigantes siguen ascendiendo


El juego perfecto de Cain fue un gran logro individual dentro de una mejoría general de los gigantes, que poco a poco han ido acercándose a los dodgers en el oeste de la liga nacional.Debido a las lesiones, principalmente la del venezolano Pablo Sandoval y del cerrador Brian Wilson, el equipo de san francisco tuvo un arranque mediocre de la temporada del 2012. Para el 17 de mayo, los gigantes estaban en .500 con marca de 19-19 y bien lejos de su eterno rival, los angeles.Sin embargo, desde entonces los pupilos de Bruce Bochy llevan 17-8 y para esta fecha estaban a 3.5 juegos de los dodgers.El pitcheo de los Gigantes, con la excepción del enigma de Tim Lincecum, ha estado solido, como era de esperarse. Su efectividad colectiva de 3.24 los coloca en el tercer lugar de la Liga Nacional. Lo que le ha faltado a san francisco en años recientes, aún cuando fueron campeones en el 2010, es bateo, pero por ese lado las cosas parecen estar en pleno ascenso.Con Sandoval de regreso, la gran temporada de Melky Cabrera, el surgir de Joaquín Arias y el inicio de la carrera de Héctor Sánchez, además de un Buster Posey en salud , un Grégor Blanco renovado y un Angel Pagán ya entrado en ritmo, san francisco presenta ahora un ataque ofensivo capaz de apoyar a los brazos.En el juego perfecto de Cain, los gigantes conectaron tres jonrones y anotaron diez carreras. En sus últimas cinco victorias, han anotado seis, ocho, cinco, seis y diez carreras, respectivamente.Mientras tanto, el bullpen ha sobrevivido ante la ausencia de Wilson gracias a una gran actuación de Santiago Casilla, quien lleva efectividad de 1.42 y 17 juegos salvados en 18 oportunidades.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Altuve, un duro con el bate


El criollo disparó un sensacional vuelacerca para fabricar la primera carrera de Houston anoche donde se llevaron la victoria dos a uno sobre los Cachorros de Chicago. Se fue de 4-2, con una anotada, y una impulsada. Altuve mantiene su paso, a pesar de que su rendimiento cayó los últimos días, el maracayero se ha convertido en el motor de ofensiva de Houston, es el mejor toletero que tienen actualmente con .310 de promedio. Y también es uno de los líderes en extrabases del equipo con 13, junto con el campocorto Jed Lowrie.

lunes, 21 de mayo de 2012

¿Cuánto costará el súper pelotero Josh Hamilton en el mercado actual?


Fue súper increíble lo que hizo Josh Hamilton contra los Orioles en Baltimore. Sus cuatro jonrones (cinco en dos días, ya que había conectado jonrón en su último turno del juego anterior), ocho empujadas y total de 18 bases alcanzadas fueron algo de leyenda.

Todos sabemos de lo que es capaz Hamilton. Para esta fecha llegó como líder de la Triple Corona de bateo con promedio de .406, 14 vuelacercas y 36 carreras empujadas por los Rangers. Actualmente Hamilton lidera las grandes ligas con un promedio de bateo de .402, 18 jonrones y 44 carreras impulsadas. Tuvo nueve cuadrangulares y 18 impulsadas los últimos siete días.
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El 2012 es el último año del contrato vigente de Hamilton en Texas. Obviamente estará buscando un lujoso pacto con los Rangers o cualquier otro equipo para el siguiente invierno. Eso se sabe. Lo que está por verse es si Texas u otro equipo estarán dispuestos a hacer una inversión en Hamilton como se ha hecho con Albert Pujols, Matt Kemp o Mark Teixeira, por ejemplo.

A primera vista, cualquiera diría que sí, que Hamilton merece tanto o hasta más de lo que se le paga a aquellos jugadores, y durante más años. Pero el caso no es tan sencillo, algo destacado por múltiples analistas a la hora de medir el valor que podría tener el jardinero en el mercado.

Primero está su  edad. Tiene 30 años ahora mismo, y por más productivo que sea a esta altura de su carrera, ¿Por cuánto tiempo más rendirá a este nivel? Segundo, él es propenso a las lesiones. Con la excepción del año 2008, cuando participó en 156 juegos, Hamilton nunca ha jugado más de 133 partidos en una campaña. Y tercero, todavía está el tema de sus problemas con las drogas y el alcohol hace unos años.

Este último punto tal vez es el más espinoso. En dos ocasiones en los últimos cuatro años, durante la temporada muerta, a Hamilton se le vio consumiendo alcohol en bares. ¿Esto es malo? Claro que no lo es. Pero es el mismo Hamilton que ha manifestado que estar libre de esos vicios y estar con Dios le ha permitido dejar salir su enorme talento en el terreno de juego.

Me parece que Texas en estos momentos se encuentra con un dilema de mayores proporciones. Los Rangers sí tienen dinero; lo han demostrado al contratar a jugadores como Yu Darvish, Adrián Beltré y Joe Nathan, además de otorgarles extensiones jugosas a peloteros como Ian Kinsler, Nelson Cruz y Derek Holland, entre otros.

Con el poder adquisitivo que tienen los Rangers, sería un gran fracaso del equipo ante sus aficionados dejar escapar a Hamilton, quien se ha convertido en una especie de príncipe en el área de Dallas y el Metroplex. Pero en puros términos empresariales, ¿Sería lo indicado invertir unos ocho años y alrededor de 200 millones de dólares en un pelotero que, se lesiona bastante y que aún le queda la duda en cuanto a los vicios?

Me parece que esa va a ser la pregunta que se harán Nolan Ryan, Jon Daniels y el resto de los “jefes” en Arlington. 

lunes, 7 de mayo de 2012

“CarGo” anda demoledor


Un poco más de una semana necesitó Carlos González para enderezar su ritmo ofensivo y meterse de lleno entre los mejores productores de lo que va de temporada en las Grandes Ligas.

El jardinero venezolano de los Rockies de Colorado, inició de manera lenta su andar con el madero en las primera tres semanas del calendario regular, desde entonces, está ratificando su temible reputación a la ofensiva.

Los números de “CarGo” lo confirman, quien terminó abril con cuatro cuadrangulares y 18 carreras empujadas, cifras topes en su carrera durante el primer mes de temporada, algo que aumentó a siete vuelacercas y 23 producidas en las últimos dos encuentros.

Ante la atípica anemia ofensiva de Troy Tulowitzki, González carga con el mayor peso de la producción de los Rockies, liderando los departamentos de empujadas, vuelacercas y average.

¿Seguirán sorprendiendo los Orioles?

Para esta fecha, la tropa de Buck Showalter llevaba marca de 16 ganados y 9 perdidos y estaban a juego y medio de los punteros Rays en su división, luego de llevarse dos de tres juegos ante los Yanquis en el Bronx.

Cuando se habla de los Orioles, hay muchos escépticos, y con razón. El año pasado ganaron seis de sus primeros siete partidos, pero después de eso perdieron cinco al hilo. Luego del 15 de abril, nunca estuvieron con marca de .500 o más y terminaron con récord de 69 ganados 93 perdidos para repetir una vez más como sontaneros del Este.

La historia reciente de Baltimore es penosa, como todos saben: cuatro temporadas seguidas en el último lugar de su división, seis campañas consecutivas con al menos 90 derrotas y sin un récord positivo desde 1997, cuando clasificaron por segundo año consecutivo en la Liga Americana.

Pero ahora, con una rotación abridora encabezada por Jason Hammell, Jake Arrieta y Brian Matusz, los Orioles cuentan con su mejor pitcheo abridor en mucho tiempo, ni hablar de un bullpen con brillantes actuaciones de Jim Johnson, Darren O’Day, el mexicano Luis Ignacio Ayala y el dominicano Pedro Strop.

La ofensiva ha sido guiada por algunos nombres conocidos y otros no tanto: Adam Jones, Matt Weiters, Chris Davis, Robert Andino y Nolan Reimold, entre otros.

En el timón, Showalter, un veterano de 14 años en la cueva desde 1992, y que tiene un historial interesante en la segunda temporada de sus estadías con varios clubes.

Antes del 2012, Showalter tenía 103 ganados y 116 perdidos en temporada y media con Baltimore. Es decir, ésta es su segunda campaña completa al frente del equipo. 

¿Seguirá el patrón positivo?

Eso depende más de los jugadores que del manager, a mi parecer. Está por verse si los Orioles continuarán sorprendiendo o si caerán a su nivel esperado y acostumbrado. Pero la verdad es que ha sido refrescante ver a una franquicia como Baltimore, una de las más sólidas de los años 60, 70 y principio de los 80, estar arriba en las posiciones. Mucho cuidado con los “Oriolitos”.